Los incendios de cañaverales en Tucumán son motivo de gran preocupación tanto para los vecinos como para los productores. En una entrevista con Buen Día, informativo de LA GACETA, Mónica Dávalos, representante de los cañeros del este, habló sobre esta problemática y aclaró que la quema de caña no es una práctica beneficiosa para los productores.

"Es una preocupación que venimos arrastrando desde hace muchos años", comentó Dávalos. Y agrega: "Este año, las condiciones climáticas han agravado la situación, con heladas severas que expusieron las cañas a temperaturas de casi -6°C durante 40 horas. Eso hace que la caña fermente, se convierta en algo parecido al alcohol y tenga un alto grado de combustibilidad", explicó.

En Manantial Sur preocupan los constantes focos de incendios de caña

La situación se agrava con la sequía y las quemas en las banquinas, que aumentan el riesgo de incendios en los cañaverales. "Hay fotos aéreas que muestran perfectamente los cañaverales sin quemar, pero con todas las banquinas ardiendo. Si el fuego salta, inmediatamente prende los cañaverales", señaló.

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Sobre los cañeros

Dávalos también hizo hincapié en la percepción errónea de que los cañeros son los principales responsables de estos incendios. "Está más que demostrado que a nosotros no nos conviene para nada quemar las cañas en pie. Perdemos kilos, rendimiento, y ahora, con las heladas, esas cañas carecen totalmente de valor productivo", aclaró.

Aunque algunos productores en zonas de monte o parcelas pequeñas que no permiten la entrada de maquinaria todavía practican la quema controlada, Dávalos subrayó que estos casos son excepcionales. "El 90% de las fincas tienen controles sobre la quema de caña. No podemos decir que la quema controlada no pueda salirse de control, pero son muy pocos los que lo hacen y en zonas muy específicas", dijo.

En cuanto a las acciones de las autoridades, Dávalos destacó una reciente reunión con el ministro, quien se comprometió a ser riguroso con los responsables de iniciar los incendios. "La ley culpa directamente al propietario de la tierra, pero la mayoría de las veces no somos los culpables. Nos perjudicamos a nosotros mismos con estas quemas", expresó.

Por último, Dávalos hizo un llamado a la conciencia social: "Es un tema cultural. Todos debemos ser conscientes de que un mínimo descuido, como un cigarrillo mal apagado o una fogata, puede provocar una catástrofe. La quema de cañaverales no nos favorece a los productores en absoluto".